miércoles, enero 31, 2018

marianne moore. cuando compro cuadros



Cuando compro cuadros...

o lo que está más cercano a la verdad,
cuando miro eso de lo que me creo soy la dueña imaginaria,
me concentro en lo que podría darme placer en momentos cotidianos:
la ironía sobre la curiosidad en la que sólo es discernible
el ardor del ánimo;
o justo lo contrario - la antigüedad, la sombrerera con adornos medievales
en la que aparecen sabuesos con cinturas que se estrechan como las de un reloj de arena,
y ciervos y aves y gente sentada;
podría ser nada más un cuadrado de parquet; la biografía literal tal vez,
con letras espaciadas, sobre la extensión de una especie de pergamino;
un alcaucil en seis variedades de azules, el malintencionado jeroglífico en tres partes;
la baranda de plata que protege la tumba de Adán o Miguel tomando a Adán de la
muñeca.
Un énfasis intelectual demasiado estricto respecto de esta cualidad o aquella o que
/nos distrae del goce.
No debería tratar de moderar nada; ni debería el éxito consentido ser honrado a la ligera,
aquel que es grande porque el resto es pequeño.
Es así: sea como fuere,
debe estar “Iluminado por miradas agudas en la vida de las cosas”;
debe reconocer las fuerzas espirituales que las crearon.

Marianne Moore, Kirkwood, 1887 - Nueva York, 1972
en The Complete Poems of Marianne Moore, Library of Congress, New York, 1972
(Poema de Dominio Público)
versión ©Silvia Camerotto
imagen s/d

When I Buy Pictures

or what is closer to the truth,
when I look at that of which I may regard myself as the imaginary possessor,
I fix upon what would give me pleasure in my average moments:
the satire upon curiosity in which no more is discernible
than the intensity of the mood;
or quite the opposite - the old thing, the medieval decorated hatbox,
in which there are hounds with waists diminishing like the waist of the hourglass,
and deer and birds and seated people;
it may be no more than a square of parquetry; the literal biography perhaps,
in letters standing well apart upon a parchment-like expanse;
an artichoke in six varieties of blue; the snipe-legged hieroglyphic in three parts;
the silver fence protecting Adam's grave, or Michael taking Adam by the wrist.
Too stern an intellectual emphasis upon this quality or that detracts from one's enjoyment.
It must not wish to disarm anything; nor may the approved triumph easily be honored -
that which is great because something else is small.
It comes to this: of whatever sort it is,
it must be "Lit with piercing glances into the life of things";
it must acknowledge the spiritual forces which have made it.







sábado, enero 13, 2018

hugo padeletti. sería acaso yo el que resucita






¿Sería acaso yo el que resucita

descargando la sombra que lo habita
o sería esa sombra que repele
tenaz, en mis umbrales y dinteles?

Hay voces en los bajos pasadizos
que entrecruzan su ámbito impreciso
en jerigonzas mágicas no habladas

donde habitan los duendes y las hadas,
que Aladino en su lámpara evocara.
urdidas en alfombras de Bokhara

y en palimpsestos. El pasar aúna
los faros, las geomancias y las runas.
¿Por qué sometería mi fortuna

a las fases y eclipses de la luna?
Yo soy el que escuchó el decir sesgado
-->
del susurro que habita al otro lado.

Hugo Padeletti, Alcorta, 1928- Buenos Aires, 2018
Inédito 

viernes, enero 12, 2018

robert hass. símil heroico




Símil Heroico

Cuando el guerrero cayó en Los siete samuráis de Kurosawa
bajo la lluvia gris,
y la dinastía Tokugawa y en Cinemascope,
cayó recto como un pino, cayó
como Ayax cae en Homero
en dáctilos cantados y el árbol era tan enorme
que el leñador debió volver dos días seguidos
a ese sitio afortunado para acabar de serruchar
y en el tercer día llevó a su tío.

Apilaron troncos en el aire resinoso
cortando a hachazos las pequeñas ramas,
atando esos haces por separado.
Cortaban en cuatro los bloques próximos a la raíz
y aun así eran incómodamente grandes;
partieron en dos los troncos del medio:
diez haces y cuatro grandes pilas de madera fragante,
lunas, cuartos de luna y medias lunas
acanaladas por los dientes de la sierra.

El leñador y el viejo, su tío,
están parados en medio del bosque
sobre un suelo embarrado de pino y primavera.
Han dejado de trabajar
porque están cansados y porque
no he imaginado ni un animal de carga
ni un carro primitivo. Son demasiado astutos
para llamar a los vecinos y regresar a casa
con unos pocos troncos después de tres días de trabajo.
Están esperando que yo haga algo
o que el capataz del Gran Señor
venga y los arreste.

¡Qué pacientes son!
El viejo fuma en una pipa y escupe.
El joven está pensando que sería rico
si ya fuera rico y tuviera una mula.
Diez días de acarreo
y en el séptimo día probablemente
los atrapen, vuelvan a casa con las manos vacías
o peor. No sé
si son japoneses o micénicos
y no puedo hacer nada.
El camino de aquí a esa aldea
no está traducido. Un héroe que muere
entrega su quietud al aire.
Un hombre y una mujer caminan desde el cine
a casa en el silencio de lealtades separadas.
La imaginación tiene sus límites.

Robert Hass, San Francisco. 1941
En Home Movies, Zindo &Garufi, 2016, traducido por Alejandro Crotto, 
Liliana García del Carril, Mirta Rosenberg y Silvina López Medin
Versión de Silvina López Medin


Heroic Simile

When the swordsman fell in Kurosawa’s Seven Samurai 
in the gray rain, 
in the Cinemascope and the Tokugawa dynasty, 
he fell straight as a pine, he fell 
as Ajax fell in Homer 
in chanted dactyls and the tree was so huge 
the woodsman returned for two days 
to that lucky place before he was done with the sawing 
and on the third day he brought his uncle. 

They stacked logs in the resinous air, 
hacking the small limbs off, 
tying those bundles separately. 
The slabs near the root 
were quartered and still they were awkwardly large; 
the logs from the midtree they halved: 
ten bundles and four great piles of fragrant wood, 
moons and quarter moons and half moons 
ridged by the saw’s tooth. 

The woodsman and the old man his uncle 
are standing in midforest 
on a floor of pine silt and spring mud. 
They have stopped working 
because they are tired and because 
I have imagined no pack animal   
or primitive wagon. They are too canny 
to call in neighbors and come home 
with a few logs after three days’ work. 
They are waiting for me to do something   
or for the overseer of the Great Lord 
to come and arrest them. 

How patient they are! 
The old man smokes a pipe and spits. 
The young man is thinking he would be rich 
if he were already rich and had a mule. 
Ten days of hauling 
and on the seventh day they’ll probably 
be caught, go home empty-handed 
or worse. I don’t know 
whether they’re Japanese or Mycenaean 
and there’s nothing I can do. 
The path from here to that village 
is not translated. A hero, dying, 
gives off stillness to the air. 
A man and a woman walk from the movies 
to the house in the silence of separate fidelities. 
There are limits to imagination.