miércoles, septiembre 29, 2010

pedazo tras pedazo



Agua

Era un pueblo langostero en Maine—
cada mañana una enorme cantidad de jorneleros
partían de la orilla hacia canteras
de granito en las islas,

y abandonaban docenas de lóbregas
casas blancas de madera
adheridas como conchas de ostra
a una colina de roca,

y debajo de nosotros, el mar lamía
los toscos, angostos y diminutos
laberintos de una esclusa,
donde eran atrapados los peces para cebo.

¿Recuerdas? Nos sentábamos sobre una roca.
Desde esta distancia en el tiempo
parece del color del lirio,
pudriéndose y tornándose más púrpura,

pero solo era
la misma roca gris
tornando al mismo color verde
del mar que la mojaba.

El mar empapaba la roca
a nuestros pies todo el día
y continuaba arrancándole
pedazo tras pedazo.

Una noche soñaste
que eras una sirena aferrada al pilote de un muelle,
e intentabas arrancar
los moluscos con las manos.

Deseábamos que nuestras dos almas
pudieran regresar como gaviotas
a la roca. Pero al final,
el agua fue demasiado fría para nosotros.


Robert Lowell, Boston, 1917- New York, 1977
versión © silvia camerotto
imagen: John William Waterhouse, A mermaid

Water

It was a Maine lobster town—
each morning boatloads of hands
pushed off for granite
quarries on the islands,

and left dozens of bleak
white frame houses stuck
like oyster shells
on a hill of rock,

and below us, the sea lapped
the raw little match-stick
mazes of a weir,
where the fish for bait were trapped.

Remember? We sat on a slab of rock.
From this distance in time
it seems the color
of iris, rotting and turning purpler,

but it was only
the usual gray rock
turning the usual green
when drenched by the sea.

The sea drenched the rock
at our feet all day,
and kept tearing away
flake after flake.

One night you dreamed
you were a mermaid clinging to a wharf-pile,
and trying to pull
off the barnacles with your hands.

We wished our two souls
might return like gulls
to the rock. In the end,
the water was too cold for us.

domingo, septiembre 26, 2010

aunque nunca llegue el día


La mesa de mis dioses

a Pedro González

Bebo con mis dioses,
con Xangó, dios del trueno, protector
del ebrio y del amante,
a quien he visto desimantar a las bahianas
marearlas
como si dento les copulara un bandera,
que descendió en mí en Santiago de Cuba
por obra y gracia de Orula y de un babalao
cenizo
de cruzar la suerte de los hombres.
Bebo con Vishnú a quien no pude despertar
de su lento absoluto, cuando ascendiendo
una escalera enorme
lo vi yacer, sin mundo,
como una luna esperando el regreso del cielo.
Fue en Bali esa visión. La tierra
desaparecía
devorada por sus delicadezas.
Ofrendo y bebo con la Pachamama, porque le pertenezco
arbolito que yo soy y nunca alcanzo
río que me llamo y nunca vuelvo,
y con el Señor del Milagro,
que brillaba como un fruto
en el terror
en el luto
y el espejismo del alma de mis abuelos.
En la mesa, desnumerando, como suelen,
está el duende, con su mano de lana
y su mano de hierro
cicatrizando sus ojos debajo de la higuera.
Y al diablo, pobre hombre, aparecido en otra dimensión,
tahúr,
que sólo como música puede entrar a este mundo.
De pie, a mis espaldas, está mi muerto. Lo desconozco.
Mi dijeron: “es alto y tiene el pelo blanco. Lo cuida”.
Un extraño condenado a mi suerte,
Un plenilunio de mi cuerpo. Y es que otras formas duran
para sostener tu forma
y están vacíos todos los nacimientos.

Y estoy yo, ateo, sin iglesias,
Milagroso.
Y en otro rincón, también yo, con siete años,
mirándome mirar
los sentires de mi madre
y a mi padre ardiendo,
maravillado,
herido
entre cantores difuntos.

Unos recién naciendo,
otros, en la muerte,
maldormidos,
nos amanecemos
aunque nunca llegue el día.

Estamos todos ocupando todo.

No falta nadie.
Y, sin embargo, la mesa está vacía.


Leopoldo Castilla, Salta, 1947
en 200 años de poesía argentina, Selección y prólogo de Jorge Monteleone, Alfaguara, Buenos Aires, 2010
Imagen: Raimonds Staprans The Empty Table With a Green Stripe

miércoles, septiembre 22, 2010

cada uno con su noche individual



dentro de poco irrumpirá la madre
nos aguarda otra cena

y unos aquí
y otros aquí
y otros aquí también
cada uno en su noche individual
comeremos

la bocanada de conversación
se hará hilos
buscará otra ventana
donde quizá el sonido
hable con uno que está solo
y le diga: cerca hay una familia

dentro de poco irrumpirá la madre

el pulpo odiado amado
estirará un tentáculo con sopa

y comeremos
o leyendo o peleando en silencio

desgranará uno el pan
y el otro esos recuerdos
como trépanos ávidos de lloro
dentro de poco irrumpirá la nada

ni sopa habrá
ni boca en qué volcarla

22.5.1985

Susana Thénon, Buenos Aires, 1935-1991
en La morada imposible, Tomo II, Edición a cargo de Ana M. Barrenechea y María Negroni, Corregidor, Buenos Aires, 2001
imagen Héctor Pineda© – Omnia Vanitas en Uno de los nuestros

martes, septiembre 21, 2010

jorge aulicino. un siglo sin mitos




Un siglo sin mitos

-El siglo XIX no puede ser apelado aún- dijo Garbeld. Y agregó, luego de plegar el diario en cuatro: -Hace tres mil años imperaban la Gorgona, el Minotauro. En el siglo XIX se disiparon los monstruos, los prodigios, y comenzaron a utilizarse esas palabras en sentido figurado, o mejor dicho: se aplican a desfiguraciones de la naturaleza. Desde el siglo XIX usamos la negación, la paradoja, pero no prosperó pensamiento alguno sobre el cosmos real. -Tengo entendido- dije- que desde el siglo XIX prosperó precisamente la cosmología y tenemos un esquema aproximado del nacimiento del universo y su estado actual. -¿A qué se refiere? -se enojó Garbeld. -Precisamente a las teorías sobre el cosmos, que parecen muy correctas. -Desde el siglo XIX sólo negamos los prodigios -se emperró Garbeld.-Todos ellos fueron limitados, junto con los salvajes, a reducciones, a reservas temáticas. Revistas de horóscopos y otra literatura menor, programas o canales de televisión especiales para almas cándidas. Toda idea maravillosa es extracurricular. Desde el siglo XIX, no hemos descubierto nada ni inventado nada. -Tal vez no hayamos descubierto, pero inventado... Tenemos miles de artefactos y medicamentos. -Curioso lo que me dice -declaró Garbeld-. No lo había notado. -Precisamente -dije-, la civilización es imperceptible (era una buena frase, sí). -Me desanima -dijo Garbeld. Y estaba verdaderamente compungido, el diario doblado sobre sus rodillas, pálido, la mirada perdida en el vacío.

Gustav Who, Decepciones de Garbeld, Chillán, 1999

en Memoria de Garbeld por Jorge Aulicino, Ediciones en Danza, Buenos Aires, 2010
Jorge Aulicino, Buenos Aires, 1949
imagen: s/d

domingo, septiembre 19, 2010

césar fernández moreno. argentino hasta la muerte


Argentino hasta la muerte
He nacido en Buenos Aires,
¡Qué me importan los desaires
con que me trata la suerte!
Argentino hasta la muerte,
He nacido en Buenos Aires.

Guido y Spano,1895


A Buenos Aires la fundaron dos veces
a mi me fundaron dieciséis
ustedes han visto cuántos tatarabuelos tiene uno
yo acuso siete españoles seis criollos y tres franceses
el partido termina así
combinado hispanoargentino 13 franceses 3
suerte que los franceses en principe son franceses
si no qué haría yo tan español
nací por fín hermanos
en esta dulce amarga picante insípida tierra argentina
nacía en Chascomús en Buenos Aires
nací en tantos lugares casi todos con agua
cuando empezó mi desarrollo se acabó el del país
una hija me nació de cada oreja
fallecí en una playa de Vigo
vuelvo a nacerme cada vez que amo
me naceré en París con lluvia fina
porque yo hermanos igual que Buenos Aires
no estaba aquí me trajeron de Europa
me trajeron por piezas
primero una mitad la otra dos siglos después
tengo entonces dos piernas como desparejas
una pisa el abismo de malones y humo
otra un muelle reciente sobre el río de barro
abierto así en el tiempo camino rengueando
y bueno soy argentino

a mi abuelo más histórico lo mandó Carlos el Hechizado
le ordenó respirar estos aires no aquéllos
porque el tipo según dice mi tío Mario
se apuntaba cierta dama de la corte
contra los mejores derecho de su majestad
excelente medida del buen rey
aquí las ñustas no eran problema
fue así como ese abuelo españolísimo gauchísimo
fundó una dinastía de capitanes de frontera
es decir de terratenientes
es decir de políticos conservadores
doña Agustina la pegó en gran forma
al casarse con un tal Ortiz de Rozas
pero después la casa fue poniéndose fea
las mesas de caoba se fueron enchapando
los picos de gas quedaron abandonados entre los caireles
y sobrevino la era del querosén
entonces es claro muera la caoba maciza
y viva el querosén ese combustible tan distinguido
al final a mamá la arreglaron con quinientas hectáreas
y bueno soy argentino

Napoleón y un ejército de abuelos franceses
quisieron invadir España pobre d´eyo
pero hubo una española que se dejó
invadir ella sí por el mío
produciéndose a la larga una niñita
con quien vino a casarse mi español más reciente
el abuelo de quien desciendo más
el verdadero Baldomero
el que cambió su huerta de Bárcena por una ropería en la avenida de Mayo
y dale al por mayor algo muy simple
comprar a tanto vender a cuánto
el estado gendarme vigilaba sin mucho entusiasmo
este mundo era nuevo qué fácil ponerse las ofrecidas botas
también era fácil arruinarse dejar a la familia entre cachivaches
pero no era tan fácil ser el padre del gran poeta
y sin embargo se le dio
tampoco era fácil ser el hijo del gran poeta
y sin embargo se me dio
El hijo por Baldomero Fernandez
puro por cruza con la Negrita López
ella no se veía
él clausuraba el horizonte
cada paso que doy se me caen encima setenta balcones
ustedes dirán acabala con el viejo
pero cómo dejar de ser overo de tal tigre
disculpen la riqueza
las telas de mi abuelo las recibí en palabras
ahora con mi tesoro voy cruzando la pampa
atravesando las calles desiertas con los bolsillos rebosantes de piedras preciosas
y bueno soy argentino

así engendrado y concebido
me muevo como buzo ágil a distintas alturas de la sociedad
como avión con base bien situada y mucha autonomía de vuelo
tengo suficiente confianza con el boy Julito
pero soy uno más entre los pibes que vivían en los ranchos junto a la laguna
yo les prestaba mi bicicleta importada una vuelta manzana a cada uno
yo no fumaba ni decía malas palabras ni amenazaba con ir al prostíbulo
tampoco iba al catecismo como ellos
yo creía que el padrenuestro no era más que un tango
pero todos barajábamos los mismos cubitos de mármol sobre el dorso de la misma mano
pero todos mordíamos los mismos damascos sobre los mismos techos de cinc
todos éramos iguales ante la ley bajo el farol de la esquina
ese provinciano mediador entre el cielo de oro y la calle de tierra
oscilante a la altura de las hojas más claritas de los plátanos
rodeado por un halo de insectos predispuestos a la muerte rápida
todos éramos iguales iluminados así desde arriba
arrastrando las zapatillas en el colchón de polvo del verano
así soy de todas esas maneras
guerrero campesino comerciante poeta perhaps
español francés indio casi seguro
rico pobre de todas las clases y de ninguna
y bueno soy argentino

ma de qué argentino me estás hablando
qué clase de argentino sos vos que no sos italiano
pa'ser bien argentino tenés que ser semita
momentito momentito que yo soy del Moreno
sí yo simulé educarme en ese colegio nacional
una dos y tres el Moreno otra vez
allí aprendí el eppur de Galileo y la pizza de Tuñín
no es cierto Gennarelli Robiglio
allí me amontoné con esos otros margentinos de perfil asirio o bereber
no es cierto Grosman Paley
y todo era lo mismo todos gritábamos cuando pasaba cualquier mujer
no es cierto Robiglioman Grosmicelli
a todos nos deleitaban la banana split y las memorias de la princesa rusa
todos pusimos un poco de fuerza en aquella piña panamericana de Luis Angel Firpo
pero todos malogramos nuestra chance frente al malvado Billy Petrolle
todos nos quemamos con Carlitos Gardel
pero todos resucitamos con Juan Manuel Fangio
cinco veces campeón mundial el más grande de los argentinos si todas las actividades fueran lo mismo
pero nuestra única religión verdadera era el fútbol
todos rezábamos de memoria aquel rosario de once cuentas
que comenzaba Bosio Bidoglio y Paternóster
y así con unción hasta acabar con el punzante wing izquierdo
y todavía nos disolvemos todos en las tribunas
hoy que el progreso cambió los tablones de madera por el cemento seguro y seguido
donde la multitud que viene tempranito para encontrar sitio entre sí misma
no tiene más remedio que orinar contra sí misma
pero el asunto ya no cae abajo sino que desciende armoniosamente grada por grada y uno ya no se puede
sentar qué macana
y bueno soy argentino

también conozco a fondo los rulemanes de la burocracia
yo manejaba un afilalápices hasta una máquina de calcular fijensé
un ascenso para nosotros era tan emocionante como el galope final de un western
también soy abogado
es la manera más intensa de ser argentino
demandaos los unos a los otros
dos o tres argentinos no son abogados
me refiero a los escribanos
pero nadie está nunca en su despacho
nunca está porque nunca es
cómo ser argentino sin una secretaria
por favor dónde están dónde son los argentinos
el médico está haciendo política
el empleado está haciendo tiempo
el abogado está haciendo versitos ¿no ven?
en rigor nadie tiene profesión
hay tan pocos antecedentes es facilísimo parecer hábil
se puede hacer cualquier cosa con la zurda
y de pronto alguno se da cuenta
rectifico procede a darse cuenta el idioma argentino dice las cosas pero largas
y entonces las murallas se vuelven tabiques de madera terciada
al tipo no le queda de dónde agarrarse salvo de su propia corbata
te avivaste gallo ciego pero no tenés no lenguaje
te la vas a armar Mallarmé
que vachaché Jacques Vaché
what do you think cholito
qué sería de mí sin la máquina de escribir
ella me expresa tan bien sobre todo cuando se equivoca
estoy candaso agodato diré más exhausto
hay de mí cómo se pronuncian algunos actores de cine
vos usté tú ta te ti corazón corazón qué vas a hacerle hacelle bla bla bla
si no sabes ni siquiera sabés quién sos eres
batime che Keiserling
Orteguita pasame el dato
eh bien je suis argentin
observaréis marquéis
que hablo bastante de mis tatarabuelos
de mi educación de mi contorno social de mis angustiosos problemas linguísticos
pero nada digo de mis virtudes y mis vicios pero ñato please
lo ético lleva de cajón a lo político
no les voy a dar el gusto a los rayados ni a los orejanos argentino señor
nosotros somos así vivos esencialmente
en nuestro suelo se acomodan veinte millones de habitantes
preferimos las agachadas a los levantamientos
eso lo decís por mí a que no sos capaz de repetirlo
necesitamos que nos insulten dos veces
entonces casi nos agarramos a cachetazos
necesitamos un amigo que nos separe
pero decile que donde lo encuentre le voy a romper el alma
necesitamos que el azar se pliegue a nuestra venganza
queremos encontrar no buscar
que busquen los foráneos petróleo o lo que sea
pero nos las sabemos rebuscar
lo importante es postergar la responsabilidad
muchachos me estoy trabajando una mina fenómena
ojalá no venga a la cita
tengo una pila de trabajo atrasado
ojalá decreten feriado el viernes
vos no te preocupés dejalo todo en mis manos
mañana a las siete y diez te tengo listo el asunto sin falta
y después pasamos de la extrema precisión a la extrema vaguedad
vos esperate ya veremos hay tiempo
y cuando ya no hay tiempo cuando el tiempo nos abandona se sacude de nosotros harto ya de ser prometido en vano
entonces venga la gran biaba de trabajo
o mejor la rica improvisación la socarrona payada en una de esas la pegamos por qué no
entonces agradecemos conmovidos los aplausos de nuestra barrita particular
chas gracias chas gracias con las manos juntas más arriba de nuestros parietales
y bueno soy argentino

y bueno ésta es una tierra así
montones de fausto natural de miseria natural
poquitos aborígenes que ya no son problema
puñados de blancos puñados de griese sueltos entre las leguas
o de pronto envasados a presión a la orilla de un río teratológico
pero sueltos también
cada cual solito por la calle Florida
qué sobresalto si alguien nos dirige la palabra en el subte
gracias a dios el tango nos unifica
qué más nos unifica no entiendo esta unidad
algunos ficheros tal vez
el procedimiento es sencillo se toma un mostrador se pone detrás un funcionario
un funcionario es un hombre que fuma
y delante surge espontáneamente una cola
vea señor lo fundamental es llenar el formulario
aquí los papeles son la realidad
ir a los papeles significa ir a la realidad
papeles son papeles flor de ontología
papeles cantan qué poético
mirá que te hago la boleta qué susto
pero después ay se me quemaron los papeles
nuestras cosas empiezan en una corazonada y terminan en un expediente
hay tantos expedientes al final todo parece nada
el portafolio es el verdadero símbolo nacional no el gorro frigio
como Sísifo con su roca cada argentino con su portafolio
por fuera cuero de vaca por dentro expedientes de vacas
cada fín de año en son de júbilo
arrojamos por la ventana las hojitas de nuestros calendarios
entonces se descubre que todas estaban vacías
los trenes argentinos son pura forma
vacíos y radiantes pasan veloces por las estaciones sin parar en ninguna
los edificios públicos tienen enormes pórticos
pero la gente debe entrar por la gatera del ordenanza
enormes escalinatas rampas rampantes
pero se sube por el pastito
aquí las vacunas nunca prenden
los timbres de alarma sólo suenan cuando se descomponen
entonces de todos modos nadie se alarma
la policía solo descubre a los terroristas cuando se les caen las bombas
los teléfonos se cortan solos ni las malas noticias pueden recibirse de un tirón
cuando alguien lleva un libro en la mano es su autor
cuando no es una caja de ravioles
y de pronto salta Macedonio Fernandez zapateando un malambo con Pascualito Perez
pero no me hable de la literatura argentina ni del atletismo nacional
no crean en lo general en el general
crean en lo particular en el particular
crean en algunas firmas no crean en ningún sello aclaratorio
la realidad tiene más de veinticinco renglones por foja
de qué sirve un papel bajo la lluvia
y bueno soy argentino
éste es el revirado canto natal que yo traigo aquí
I'm sorry a usted le molestará sepa que a mi también
pero alguna vez tenemos que acercar la realidad a los papeles
esta bronca me sale de ser argentino
soy gaucho y entiendanló
soy de los de acá de este lugar y no de otro
soy argentino de la mejor y de la peor manera
,ejorando las provincias presentes soy porteño
aquí me tienen al pié del obelisco mirando hacia arriba
yéndome de boca sobre el santo cielo
aquí me tienen en este cine aguantando al zanguango que me patea toda la noche el respaldo del asiento
aquí me tienen en esta esquina balanceándome peligrosamente sobre el cordón de la vereda
mientras los autos golosos
buscan la bocacalle como lechones convergentes contra la ubre materna
mientras las casitas de un piso más una balaustrada por si acaso
alternan con los rascacielos de las ensanchadas avenidas
como infantil escritura donde las letras vacilan tambalean
Buenos Aires me tenés en cafúa
yo no puedo vivir sin tu agua en los pulmones
no puedo vivir sin este frío sin este calor
me pongo el saco me saco el saco
me pongo el chaleco el pullover la camisa me los saco me los vuelvo a poner
pero definitivamente me abrigo bien
sobre todo a las tres de la tarde un día de verano en el barrio bancario
no vayan a pensar que éste es un país tropical
qué esperanza mijito nosotros somos muy civilizados tan nórdicos
como el mejor noruego…

…en cuanto a vos patria
sí patria a vos te estoy hablando
a vos ésa que está detrás de la palabra
vos che cielo favorito de los cúmulos cielo alambrado por el arco iris
cielo que día a día me revive con su añagaza de luz
cielo que tarde a tarde me asesta su beso plano
cielo que noche a noche me emborracha
vos che tierra que por ahora te dejás estar abajo mío
tierra de las ciudades afrentada de cloacas embozada de asfalto
tierra de los ejidos turbia de cascotitos y fósforos usados y los restos de un sapo
tierra del campo tierra terráquea mejilla de planeta
che patria que volás entre cielo y tierra como pájaro entre sus dos alas
yo te voy a decir lo que necesitás
necesitás muchos hijos insolentes calaveras
generaciones de hijos desalmados
que te quieran que te odien furiosamente
que te tomen como una curva cerradísima
que te tomen como una copa de cicuta
que te tomen la mano la cintura
yo pongo sobre vos y nada más que sobre vos todo mi cuerpo
a esta luz me dieron a esta luz me doy

y bueno soy argentino

1954


César Fernández Moreno, Buenos Aires, 1919- París, 1985

en Sentimientos completos, Ediciones de la flor, Buenos Aires, 1981

miércoles, septiembre 15, 2010

aquí reposa un viento



Cinco epitafios australes

I
Al resero Facundo Corvalán

Aquí yace Facundo
Corvalán, un resero.
Porque había nacido en la cama del viento,
sopló todo su día.

Empujando furiosas
novilladas al Sur,
atropelló el desierto, vio su cara de hiel,
y le dejó una pastoral
montada en un caballo blanco.

Vivió y amó según la costumbre del aire:
con un pie en el estribo
y el otro en una danza.
Y, como el aire, se durmió en la tierra
que su talón había castigado.

Nadie toque su sueño:
aquí reposa un viento.


II
A Unco, el idiota

Unco, el idiota, cortador de juncos,
yace aquí sin machete ni juncal.
Para el techo del hombre cortó juncos:
Para el amor del hombre
cortaba juncos verdes:
juncos llenos de viento,
para el hombre y su risa
cortó en el aguazal.
Y él nunca usó ni techo
ni amor ni risa ni hombre.

Rojo de mediodías, pero sin luz adentro;
gallardo y fuerte, pero sin canción,
fue una rica vihuela
que no tuvo cordaje
y una lámpara hermosa
que no encendió su dueño.
Su Dios fue un huevo de chajá
mecido a flor del agua negra.

Junco insonoro, yace largo a largo:
el Cortador Celeste lo ha cortado.

III
A la peona Ezequiela Farías

Nació y murió
junto a una vaca.
Entre sus manos duras,
la suavidad del mundo
tomó formas de vaca.
Un silencio de vaca
la ciñó hasta los pies
como su delantal:

un silencio cantante,
más puro que la égloga.

Delante de sus ojos,
los días y las noches
australes desfilaron
como vacas macizas.

La tierra en que hoy descansa
-gorda, sumisa y útil-
se parece a una vaca.


IV
Al domador Celedonio Barral

Domó en la pampa todos los caballos,
menos uno.
Por eso duerme aquí Celedonio Barral,
con sus manos prendidas
a la crin de la tierra.

El doradillo, el moro, el alazán
entre sus piernas fueron
máquinas del furor
y pedazos de viento en su muñeca.

Su pan fue una derrota de caballo por día:
un trueno de caballos fue su música entera.
Para su Dios y para su mujer
tuvo sólo un aroma:
el olor de un caballo.

El potro de la muerte
no se rindió a su espuela
de antiguo domador y jinete final.

Por eso duerme aquí,
silencioso y vencido:
Porque domaba todos los caballos,
menos uno.

V
A un angelito

Sólo tocó el umbral
de este mundo y se fue.
Con vino y aguardiente
nos alegramos todos,
porque no se llevaba de la tierra
ni una palabra dura
ni una gota de hiel,
sino un trébol pegado
a su talón de un día.

Le pusimos dos alas
de papel en los hombros:
rosas del sur ardían
en su traje de cielo.
Su madre lo lloraba,
y nosotros bailábamos.

Lepoldo Marechal Buenos Aires, 1900-1970
Imagen:  s/d
Gentileza de Jorge Fondebrider

lunes, septiembre 06, 2010

los grandes interrogantes


La cura

Habían dejado a la sirvienta despierta;
es tarde otra vez,
el fuego ardiendo tan fuerte que abrieron una puerta,
y desde su cuarto

Ella los escucha dirimiendo los grandes interrogantes:
¿Cómo tratar un caso
de clorosis o quizá de amor no correspondido?
El fuego se consume,

Cierran la puerta. Ella le estaba escribiendo a su madre,
diciendo: No pienses
en consultar a esa impostora. Su hermana, la que
murió, tenía el don.

…comprendo que debe ser difícil para ella,
Hasta ahora, ninguna novedad,
pero seguro, en el fondo, le alivia el corazón
que la niña mejore.

Las voces resuenan otra vez, la puerta es ancha,
ella escucha la campana,
aparece con su vela, lista para guíar
a un huésped a la cama,

luego regresa a su carta. La señora de la casa
permanece en su cuarto.
El señor suspira cuando cierra la pesada puerta de calle.
No hay cura.


Eiléan Ní Chuilleanáin, Cork, 1942
Versión © Silvia Camerotto
imagen:


The Cure

They’ve kept the servant sitting up;
It’s late again,
Their fire burning so high they’ve opened a door,
And from her room

She hears them settling the great questions:
How treat a case
Of green-sickness, or again, one of unrequited love?
The fire burns down,

They close the door. She was writing to her mother,
Resumes: Don’t think
Of consulting that fraudulent woman. Her sister, who
Died, had the gift.

... I understand, it must be hard for her,
So long, no news,
But surely, secretly it comforts her heart
That the child thrives.

The voices boom again, the door is wide,
She hears the bell,
Appears with her candlestick, ready to guide
A guest to bed,

Then back to her letter. The lady of this house
Keeps to her room.
The master sighs as he locks the heavy street door.
There is no cure.

jueves, septiembre 02, 2010

césar vallejo. palmas y guitarra



Palmas y guitarra

Ahora, entre nosotros, aquí,
ven conmigo, trae por la mano a tu cuerpo
y cenemos juntos y pasemos un instante a la vida
a dos vidas y dando una parte a nuestra muerte.
Ahora, ven contigo, hazme el favor
de quedarte en mi nombre y a la luz de la noche teneblosa
en que traes a tu alma de la mano
y huimos en puntillas de nosotros.

Ven a mí, sí, y a tí, sí,
con paso par, a vernos a los dos con paso impar,
marcar el paso de la despedida.
Hasta cuando volvamos! Hasta la vuelta!
Hasta cuando leemos, ignorantes!
Hasta cuando volvamos, despidámonos!

Qué me importan los fusiles;
escúchame;
escúchame, qué impórtanme,
si la bala circula ya en el rango de mi firma?
Qué te importan a ti las balas,
si el fusil está humeando ya en tu olor?
Hoy mismo pesaremos
en los brazos de un ciego nuestra estrella
y, una vez que me cantes lloraremos.
Hoy mismo, hermosa, con tu paso par
y tu confianza a que llegó mi alarma,
saldremos de nosotros, dos a dos.
Hasta cuando seamos ciegos!
Hasta
que lloremos de tanto volver!

Ahora,
entre nosotros, trae
por la mano a tu dulce personaje
y cenemos juntos y pasemos un instante la vida
a dos vidas y dando una parte a nuestra muerte.
Ahora, ven contigo, hazme el favor
de cantar algo
y de tocar en tu alma, haciendo palmas.
Hasta cuando volvamos! Hasta entonces!
Hasta cuando partamos, despidámonos!

8 nov. 1937

César Vallejo, Santiago de Chuco, 1892- París, 1938
de Poemas Humanos, Editorial Losada, Buenos Aires, 1961
imagen: de npr