jueves, diciembre 31, 2009

miércoles, diciembre 30, 2009

jacobo fijaman. reportaje por vicente zito lema


Reportaje a Jacobo Fijman

Por Vicente Zito Lema.

«Luego de más de un año de entrevistas, lo que más nos ha impresionado de Jacobo Fijman fue su humor; corrosivo. En el extricto sentido de humor surrelista. Su autencidad de poeta: que trasciende hasta en sus menores gestos. Que le ha determinado estas formas de vida. Estos castigos sobre su persona. Más allá de los que supieron de su situación y nada hicieron, la enorme bondad de J. Fijman, equilibrando tantas de nuestras maldades, perdonándonos».

Abordemos la poesía, ese «fenómeno del estupor frente a la vida». ¿Cuál sería el elemento que la identifica? ¿Cómo se genera una vivencia poética?
Todo se acentúa en el alma. Todo se encuentra en el alma.
Entonces el poeta a partir de la materia sensible, concretará el poema, que puede ser o no una total realización. Lo fundamental aquí es relativo y tengo miedo de profundizar en estos conceptos por las locuras que despierta.
Las mayores dificultades que nos presenta la materia poética derivan de la falta del hábito de la interpretación. Es entonces que la búsqueda del rostro de la poesía y de las vivencias en que descansa ese rostro se enmascaran en un misterio que algunas veces es beneficioso, pero que siempre daña.

Si admitimos que la poesía lleva al conocimiento, a la par de la razón, ¿podemos reconocerle atributos de la ciencia sin que por ello pierda la naturaleza sensible que la distingue?
La poesía es ciencia. Algunos intelectuales la consideran corrió una categoría del pensamiento inferior. Sin embargo, la fundamenta todas las ciencias. La química sin poesía se convierte en una burda y peligrosa nada, y el ejemplo se extiende a cualquier disciplina. La ciencia es de Dios, y se la cuenta como uno de los dones del Espíritu Santo: pero el Padre, el Hijo y el mismo Espíritu Santo son poetas.

Persiste en nuestras sociedades una grave e interesada confusión sobre la necesidad de la poesía y la función social del poeta. Este, día a día, ve cuestionada la dignidad que otras culturas se le reconocía como expresión de la eterna lucha de la vida contra lo inerte. Pese a ello, los poetas siguen creando y algunos, los más decididos en asumir la conciencia de la dignidad humana, enfrentan graves riesgos. ¿Qué debe entenderse hoy por ser poeta? ¿Acaso aceptarla marginación, desafiar la muerte?
Conforme la etimología de la palabra poeta: hacer o el que hace, el poeta es un hacedor de la más del cada materia. Debe ser entonces integrado en la categoría de lo Divino: el poeta es un Dios
Pero no confundamos a los poetas con los que escriben libros por vanidad o se doctoran en la carrera literaria: esos mismos que se prostituyen detrás de los premios o de las famas de cenáculos: esos pobres tontos que pretenden encerrar la poesía en un cofre, como si las palabras fueran simples joyas y no lo que son: la carnadura del alma.
Esa gente no puede ser considerada realizadores de obras, creadores como lo entendían los antiguos gramáticos por ejemplo Donatus. Se olvida muchas veces que el poema para concretarse necesita de la intuición poética y ella presupone un estado despojado y muy humano del espíritu. ¿Y dónde veremos lo humano más que en el dolor ajeno?
De todas formas ya no quiero hacer más cargos a esta sociedad. El Evangelio dice: "No juzgar". Además, ¿quién conoce a nuestra sociedad?, ¿o quién puede conocer otras manifestaciones que no sean las de su demencia y su congénita maldad?
Buscar la verdad siempre es doloroso y el que no se anime jamás será poeta. Lo he escrito estamos en el mundo, pero con los ojos en la noche.

La verdadera poesía nos lleva como a niños de la mano hasta la reflexión; la intuición nos convoca al misterio ya partir de la emoción se amplía nuestra conciencia. Así como usted lo anunció hace años, será posible sentir "la luz entera de la mañana". ¿Sigue percibiendo la poesía de igual manera? ¿Hasta qué punto es superable la incidencia de la reclusión en el espíritu de un artista?
Persisto en entender la poesía como un estado de ánimo antes de la reflexión. . . y en la reflexión mi alma crece, se hace ligera. . . En cuanto a lo demás, me remito a la obra poética de Aristóteles; allí continúa estando la clave. En estos momentos de crueldad en que vivimos, y que anuncian tiempos de mayor desgracia humana, deberíamos resguardar todo lo referente a la poesía como un gran secreto, un secreto de Estado. Hay que prepararse para salvar la poesía de sus enemigos.Yo he tenido una infancia poética. Recuerdo que desde niño me llamaban "el poeta". Mi cuerpo, muy temprano, se acostumbró a alimentarse del dolor. Por eso, vivir en el hospicio no puede cambiar ni limitar mis sentimientos sobre la poesía ni dañar mi espíritu más de lo que por destino le fue reservado. Pequeño sería el artista que se dejara ganar por el sufrimiento. Por el contrario, a partir de allí comienza el trabajo.

Hablemos de sus libros, escritos hace casi cuarenta años y que con dificultad hemos podido rastrear en algunas bibliotecas. Usted publicó Molino rojo, Estrella de la mañana y Hecho de estampas. ¿Qué le recuerdan cada uno de esos títulos?
Molino rojo me recuerda la demencia, el vértigo. Yo buscaba, precisamente, un título que significara esos estados de mi alma. y reparé de pronto en un molinito viejo que tenía en la cocina. Era de color rojo para moler pimienta, y vi en ese objeto todo lo que mi poesía quería expresar.
Estrella de la mañana, en cambio, se refiere a mis estados místicos. Había sido recientemente bautizado convirtiéndome a la religión católica, y quise expresar con ese título la encarnación del Verbo.
En cuanto a Hecho de estampas, yo trataba de volver a la filosofía escolástica y, fundamentalmente, a Aristóteles. Fue en esos días cuando hice una visita al Museo de Louvre y quedé muy impresionado por los maestros clásicos, especialmente por su pintura religiosa. Más tarde, cuando contemplé en Buenos Aires unas estampas muy finas de esos cuadros religiosos, los asocié a mis poemas había una misma intención final.

¿Cómo ubica su obra en relación al momento social en que fue escrita?
Molino rojo aparece en tiempos en que se estaba preparando la revolución para tumbar al presidente Yrigoyen. Culturalmente, no existía nada, sólo el movimiento Martín Fierro. Era una época de pobreza atroz. Yo vivía simplemente por casualidad, Recuerdo que mi casa estaba cerca cae la del cantor Carlos Gardel, quien me quiso sobornar para que hablara bien de él, sabiendo que trabajaba en un diario, pero no lo hice porque era un gran pecador.
Una vez me balearon desde la Escuela Militar. Pienso si mi internación en el hospicio no habrá sido una medida divina para que no me mataran. . . Yo por entonces amaba el ruido de las balas más que la Novena Sinfonía. Molino rojo tenía un título que atrapaba a los socialistas y anarquistas, ellos reaccionan instintivamente ante el color rojo.
Se notaba en la ciudad un estado de demencia genera, y en Molino rojo hay una intención que empieza por la demencia. Uno de los poemas dice: "Demencia, el camino más alto y más desierto. . . "
Cuando escribí Hecho de estampas estaba en París. Allí había estallado la guerra entre los monárquicos y los demás partidos. En el fondo, todos eran unos vagos y creo que por entonces en esa ciudad estaba prácticamente prohibido ser católico.
Estrella de la mañana corresponde a la época más oscura que he conocido en este país. La gente era perseguida de la manera prevista en el Apocalipsis.

Usted integró el movimiento martinfierrista que recogió en su seno distintas concepciones del vanguardismo de la época. ¿Identifica su obra con alguna corriente poética?
No. lo mío está afuera de cualquier escuela literaria. Nunca seguí a nadie, aunque espontáneamente me considero un surrealista. Eso sí, distinto. . . Los surrealistas son auténticos poetas. pero blasfeman y tienen una raíz satánica. Hablo de los franceses, claro, porque aquí los que se llaman surrealistas, salvo unos pocos, parecen nacidos para coronarse detrás de algún escritorio oficial o esconderse debajo de la mesa. Después quieren disimularlo haciendo jueguitos de palabras. . . Recuerdo que en París conocí a varios de los fundadores del movimiento, aunque ya sus caras se me han borrado. Una noche nos citamos para leer poemas, estaban Breton. Desnos, Éluard . . . venían a ofrecerme una recepción, pero alguien o algo hizo que se apagara la luz y no pudimos darnos ni las manos.
Con Artaud también nos conocimos en un café, en la Coupole. Estuvimos a punto de pelearnos. Yo me identificaba con Dios y Artaud, con el Diablo. Sin embargo, le tengo aprecio. Un poeta tiene que estar al servicio de Dios y si no es preferible que sirva al Demonio. Lo más denigrante es tener un patrón humano.

Siento al conversar con usted la presencia simultánea de la oscuridad y la luz. Lo mismo me pasa con sus poemas. De niño, ese par de opuestos que siguen fascinándome los encontraba en la Biblia, aunque tomando aquí las apariencias del bien y del mal, surgiendo con imágenes bellas, pero también aterradoras. ¿Puede leerse la Biblia como un texto poético?
La Biblia es un libro de Dios y no tiene fondo. Aunque tampoco podrá negarse que el Apocalipsis es realmente un poema terrible.
Roguemos que Dios no permita que cegados por la poesía transformemos nuestras palabras en blasfemias.

Usted no sólo escribe, también pinta. ¿Qué busca? ¿ Cuál es el fin de su arte?
Escribo para que mis actos se ordenen con Dios. Buscando la verdad y no la oscuridad. Es decir, escribo para Dios y mi perfección.
Dios, sencillamente lo aprueba. Y esto dicho en lengua baja, para que todos me entiendan.

¿Y en cuanto a su pintura?
Entre mi pintura y mi poesía hay una sola mano. Por ello, las mismas concepciones.
De niño me dijeron que sería un gran pintor, entonces quemé toda mi obra. Ahora, en el hospicio pinto para purificar mis sentidos, externos e interiores, únicamente así es válido pintar o escribir. Y hasta que aquellos que se dicen artistas no lo entiendan deberían dejar estas actividades, porque están mintiendo.
El arte tiene que volver a ser un acto de sinceridad.

En sus pinturas y dibujos, cualquiera fuera el tema y como moviéndose tras una gasa, me parece descubrir siempre su rostro. Es como si no hiciera más que obstinados autorretratos. También me provocan un desconcierto ante el tiempo, como si las obras trajeran una antigüedad que nos pertenece. Estas son algunas de mis sensaciones. Me gustaría que usted hablara de las suyas y de las asociaciones que les provocan los colores, en especial el blanco, y el rojo, los que más abundan en sus trabajos.
Sabemos que los colores centrales son el violeta y el verde, y que los periféricos son el rojo, amarillo, el anaranjado y el azul. Así se sitúan ante mis ojos.
Yo siento preferencia por el blanco y el negro. Me gustaba de joven ir vestido todo de negro y con guantes blancos. Son los dos primeros colores nombrados en el Génesis: "Separó Dios la luz de las tinieblas. . ”. Amo el blanco. En el palacio del castigo los reos iban vestidos de blanco. . . El negro es melancolía. Lo opuesto del blanco y de la dicha. Yo vestía de negro porque no tenía por quién enlutarme. En cuanto al rojo. ¡Ah! el accidente del aire fácilmente conjuga con el fuego. El secreto es saber cuál es el elemento.

¿Veremos siempre en el negro un símbolo de la muerte y lo maldito? ¿ No dejaremos de asociarlo con nuestra melancolía y la pena?
Dice San Agustín en la distinción que practica sobre el Génesis: “Y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo . . . . . . ”
Interpretaba así a los ángeles malditos, pero no siempre el negro será el rostro de la muerte y lo negado. podrá verse simplemente como color. La prueba está en las mismas Escrituras. Allí se lee: "negra soy pero hermosa". Los teólogos lo aplicaron a la Santísima Virgen, que también fue negra ¡y tan hermosa!
Además, aquel que pregunta ya sabe. ¿Para qué difundir lo que los dos conocemos?

Hace un instante, mientras citaba a San Agustín, tuve presente una imagen que se reitera con frecuencia en su poesía: "La noche de los corderos". ¿Cuál es su significado?
Hay tres noches. La primera corresponde a los sentidos externos; la segunda, a los sentidos internos, y la tercera noche es la del intelecto. Hay algo esencial para quien se presenta ante estas noches: la sinceridad. El pecador nunca dejará de serlo.
Yo soy un muerto, pero vivo en Cristo.
Los corderos significan la unidad divina. Cuando eran sacrificados en el Templo judío, debían tener siempre un año, para representar la unidad.
¿Quién te enseñó la física? Los egipcios. ¿Quién te enseñó la magia? Los caldeos. ¿Pero quién te enseñó el misterio de la unidad divina? El pueblo de Israel.

Mientras hablaba de su libro Estrella de la mañana usted citó su bautismo. ¿Qué motivo la conversión de judío a católico? ¿Hay en este hecho, sin duda trascendente, una pista para mejor entender el desarrollo de sus mecanismos creativos y el giro que da en su poesía?
¿Conocer la obra sin descender a lo más profundo del alma? Pero no se trata de una conversión de judío a católico. Es, simplemente, la aceptación de la religión católica, apostólica y romana. Porque lo de judío no se pierde.
Esta particular conversión es una concesión de gracia. Dios, estoy seguro, ha encontrado méritos para concederme ese conocimiento y esa fe.

Recuerdo que me contó que había sido violinista. ¿Cómo relaciona la música con su poesía ?
Especialmente en la medida. Mi poesía está totalmente medida y de una manera que la acerca a lo musical.
En Molino rojo hay gran influencia de la sonata de Corelli La locura. Esta sonata tiene dos formas de ejecución El loco y La loca, según sea hombre o mujer el ejecutante.
En Hecho de estampas hay influencia de los cantos gregorianos. Estrella de la mañana, a su vez, sigue la medición del latín clásico, que es toda música.

Hay en su obra, especialmente en sus primeros poemas publicados, una constante referencia a la locura. Incluso la invoca como si fuera el camino para cumplir su destino, "el camino más alto y más desierto ". ¿Porqué esa invocación? ¿De qué demencia se trata?
Me refiero a la demencia en el sentido más total, absoluto. Hay formas de la demencia que obedecen a los nervios centrales y otras a los nervios periféricos. Pero también puede ser un castigo. El que va a nacer elige ser bueno o malo. Eso se da hasta con las vacas.
También es cierto que la mayoría de los demonios tienen la médula desviada. Cualquier enfermedad, aun el cáncer, es estado de locura. Los médicos tendrían que seguir a fondo las enseñanzas de Hipócrates, que curaba hasta con el fuego. ¡Y pensar que incluso hay gente que se alegra de estar loca!
La demencia debe ser vista desde un punto de referencia moral. A esa pobre gente que está en el hospicio habiendo pasado por lo más horrible habría que darle buena comida (aquí la comida es pésima), y enseñarles a sentarse en la mesa, a no robar, a no blasfemar. . . Hay que cambiar, fundamentalmente, la higiene. Es que el hambre, el abandono, la suciedad, las humillaciones, contribuyen al deterioro sin tregua de la criatura humana, de su cuerpo y de su alma.
Es cierto, en mi poesía invocaba la locura. Aquí se conoce la locura.

La relación entre el arte y las crisis espirituales más profundas, esos estados que suelen calificarse de locura o demencia, continúa siendo un misterio de difícil revelación. En su criterio, ¿en qué medida la enfermedad mental puede influir en una obra artística?
Corelli escribió su sonata La locura después de estudiar durante años esas enfermedades. Y cuando terminaba de tocar la sonata en su casa salía a la calle a conocer a la gente, viendo con tristeza que la mayoría estaban locos.
Yo he investigado el alma, también la psiquiatría. Y sé que los ciegos y sordomudos son dementes. Que los muy ricos y los que llevan uniformes son dementes y peligrosos. Y que los que visten sotanas y se llaman hijos de Cristo son los más dementes, hipócritas y demoníacos de todos.
En cuanto a mi obra, los médicos dicen que no hay en ella signos de enfermedad. Y aunque no es gente de gran entendimiento, en esto no se equivocan, ya que no hay en mi poesía nada en contra de la gramática. Pero a la vez presiento que en la poesía y en la locura hay un mismo soplo. . .

¿El soplo de la inocencia ?
¡Y del espanto!

¿Qué piensa de la obra de Artaud, de Lautréamont, de Nerval?
En Artaud la enfermedad influyó en contra de su obra. Pero él no podía alejarse de la locura, era la locura de Satán.
Si Artaud hubiera estado sano habría estudiado la escolástica, ¡hay que estudiar!
El Conde de Lautréamont era un loco perverso. Yo leí su obra y supe de su vida viviendo en el Uruguay. ¡Que hombre pésimo! Se habla entregado a los vicios y hacía con ellos poesía. Era un monstruo. Sólo en él había locura, la del lobo que roe la frente.
Nerval en cambio era bueno. Pero se ahorcó de un farol. Le gustaban las manzanas.
Lautréamont y Artaud me angustian. Su psicología es la de los vagos Yo estaba atraído a ser como ellos, peto me salvé con la misa y los libros santos.

Lautréamont y Artaud también sufrieron. Pareciera que en sus vidas no hubo mucho más que dolor. Y ese dolor lo convirtieron con extraña belleza, quemándose en su propia conciencia, en poesía.
No debemos confundirnos. El sufrimiento de los viciosos no es noble, está muy alejado del de los mártires de Dios.

Me cuesta diferenciar en el sufrimiento y distinguir quienes son los verdaderos mártires, los de Dios o los de los hombres. Pero además, ¿no cree que esa exaltación angustiosa de lo siniestro que encontramos en Artaud y más marcadamente en Lautréamont, adquiere finalmente un sentimiento místico, si aún se quiere culturalmente religioso?
Lautréamont no tenía nada de religioso. Era un muerto, como diría un teólogo moralista.
Es cierto que no supo más que de penas, pero no pudo dar con la contrición, ese dolor perfecto ni con la contrición, ese dolor imperfecto al que se entregan los pecadores arrepentidos para que se les restituya a la primera gracia y continuar una vida penitencial, hasta arraigarse en un estado de paz y esperar la buena muerte.
Pero él no da señales de haber tenido ninguna instrucción religiosa: aunque nombre mucho a Dios, que lo pudiera llevar a la salud espiritual.

¿Usted no quema sus años en este hospicio por buscar su verdad absoluta, ese Dios que lo convierta en el mismo Dios?
Pienso que Lautréamont no hizo en su corta vida con su obra otra cosa que mostrar su desesperada necesidad de amar. Injuriaba a Dios porque lo llamaba en el amor. Exaltaba el mal porque no soportaba la hipocresía del bien.

Tiene pasión por Lautréamont, ¿no es así?
Los Cantos de Maldoror marcaron desde muy temprano mi espíritu. Diría más: mi creencia de que la poesía es la posibilidad del hombre para vencer el miedo a la locura y a la muerte surgieron tras la lectura de ese libro.
Voy a decirle algo que lo hará pensar. Es un secreto que he mantenido hasta hoy. Yo, a pesar de todo, quiero al conde de Lautréamont y lo voy a ayudar. Y él me conoce. Como juez he tenido que verlo. Me pidió que no lo olvidara, que intercediera por él ante Dios, que es mi amigo.
Hace un tiempo nos encontramos en otra región. Cuando lo vi estaba como despojándose del sueño, con agua y con algas, pero no con peces. Los peces se habían ido. Se mantenía muy quieto, acostado en el mar. Yo caminaba sobre las aguas y lo llamé: "Lautréamont, Lautréamont -le dije-, soy Fijman".
El se acercó y dijo que me quería, que seriamos muy amigos ahora en el mar, porque los dos habíamos sufrido sobre la tierra. Pero no lloramos, nos abrazamos y permanecimos una eternidad en silencio.

Recuerda cómo era. Nadie pudo hablar de él con exactitud, y hasta se duda que haya vivido.
Tenía ojos celestes de gato. Alto, varios metros. La piel azul y las manos huesudas.
Yo soñé una vez que tenía colmillos y plumas hasta los tobillos.
Sí. fino elegante, pero con una dentadura tremenda, probablemente un vampiro. Debe estar ahora no en el Infierno sino en el Hades que es el reino de la muerte.

¿Cuál fue el peor de sus pecados?
La soberbia. Se negó a ser un niño. Es lo que deduzco de sus escritos. donde se hacen sentir su soledad y su desesperanza.

Duele estar solo, mientras el corazón se apaga.
Yo también lo estoy, aunque pienso que he encontrado a usted una buena amistad. Somos amigos -no es así?

Para mí usted es un maestro al que respeto porque se consume en su propio desierto, ¿me entiende? Y he llegado a quererlo mucho.
¿Puedo pedirle un favor?

.
Sé que dentro de muy poco me voy a morir. Ya soy viejo y he sufrido lo suficiente. Pero tengo miedo de lo que me espera. No de la muerte, porque ya estoy muerto en Cristo, sino de que me abran la cabeza como hacen con todos los internos. . . ¡No quiero presentarme ante Dios cuando resucite con el cerebro dañado y chorreando sangre! Mi vida ha sido el estudio, la poesía; quiero estar hermoso, digno. . . Además va a estar ella, la Virgen, la única que no se burló de mi amor ni me rechazó. . . ¿Se ocupará de mí cuando muera? Sáqueme a toda prisa de la morgue. No deje que me destrocen, ¿me lo promete?

Se lo prometo. . . ¿Recuerda que escribió "es muy larga la noche del corazón"?
Fue hace unos años. . . Nunca imaginé que duraría tanto esa noche: tampoco que serían mis días los de un poeta en el hospicio.


Este reportaje fue publicado en la revista Talismán en mayo de 1969, un año antes de la muerte del poeta, luego reproducido en la revista Crisis en 1970.

sitio web de referencia: cenicienta de ladrones y mendigos.
imagen: Francisco Hernández

martes, diciembre 29, 2009

abandonada a la indiferencia de las estrellas


Un sueño de muerte

Soñé que ella había muerto en un lugar extraño
lejos de manos conocidas;
y los campesinos de esa tierra,
clavaron las tablas encima de su cara,
y me preguntaba cómo la dejaron en semejante soledad,
y clavaron sobre su tumba,
una cruz hecha con dos pedazos de madera
y plantaron cipreses a su alrededor;
y la abandonaron a la indiferencia de las estrellas
hasta que tallé estas palabras:
Ella fue más bella que tu primer amor,
pero ahora yace debajo de las tablas.


William Butler Yeats, Dublin, 1865-Menton, 1939.
Versión © silvia camerotto
imagen: Jean Jacques Henner, Solitude

A dream of death

I dreamed that one had died in a strange place
Near no accustomed hand;
And they had nailed the boards above her face,
The peasants of that land,
And wondering to lay her in that solitude,
And raised above her mound
A cross they had made out of two bits of wood,
And planted cypress round;
And left her to the indifferent stars above
Until I carved these words:
She was more beautiful than thy first love,
But now lies under boards.

lunes, diciembre 28, 2009

con el consentimiento de gabino


Tantas y tantas

Cientos
y cientos
de personas...
tantas
y tantas...
En la esquina
un hombre
y un libro
hablan de un
único camino.
Yo
siento deseos
de dudar...
todo el tiempo,
y busco
entre
iguales
diferencias
vanas.

Correo argentino

Tramité una queja
en el correo argentino.
Dos días después
recibí
una respuesta
en mi domicilio
donde se decía:

Sr. Gabino Quiroga
Bahía Blanca
Buenos Aires

De nuestra mayor
consideración
nos dirigimos
a usted
en relación
a su presentación
de fecha 7/3/2009
registrada
en este centro
de atención
por los inconvenientes
que nos expresa
su exposición.
Queremos
comunicarle
que en el correo
consideramos
positivo crear
un fluido contacto
con nuestros clientes,
realimentando
permanentemente
esta relación.
Sin más,
lamentando
los inconvenientes
a los que se haya visto sujeto,
hacemos propicia
la oportunidad
para saludar
a usted
muy cordialmente.

Carla Valda
Centro de atención al cliente
Correo oficial de la república argentina.


Germán Arens, Bahía Blanca, 1967
de Versos de Gabino, El Suri porfiado Ediciones,Buenos Aires, 2009
imagen: s/d

jueves, diciembre 24, 2009

basil bunting. en la guarda de los cantos de Pound


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En la guarda de los cantos de Pound

Ahí están los Alpes. ¿Qué hay para decir de ellos?
No tienen sentido. Glaciares mortales, chiflados trepando los peñascos,
revoltijo de rocas y maleza, pastura y roca, pedregal,
et l’on entend, quizá, le refrain joyeux et leger.
¿Quién sabe qué habrá grabado el hielo sobre la roca que alisa?

Ahí están ellos, deberás dar un largo rodeo
si deseas evitarlos.
Hacen falta unos cuantos para acostumbrarse. Allí están los Alpes,
¡tontos! ¡Siéntense a esperar que se derrumben!

Basil Bunting, Northumberland, 1900- Cumbria, 1985
Versión © Silvia Camerotto
De Poem hunter
Imagen: Ezra Pound por Wyndham Lewis

On the Fly-Leaf of Pound's Cantos
There are the Alps. What is there to say about them?
They don't make sense. Fatal glaciers, crags cranks climb,
jumbled boulder and weed, pasture and boulder, scree,
et l'on entend, maybe, le refrain joyeux et leger.
Who knows what the ice will have scraped on the rock it is smoothing?

There they are, you will have to go a long way round
if you want to avoid them.
It takes some getting used to. There are the Alps,
fools! Sit down and wait for them to crumble!

lunes, diciembre 21, 2009

basil bunting. lo que el presidente le dijo a tom



Lo que el presidente le dijo a Tom

¿Poesía? Eso es un pasatiempo.
Yo juego con trenes de modelismo.
El señor Shaw cría palomas.

No es trabajo. No sudas.
Nadie paga por ello.
Podrías publicitar jabón.

La ópera es arte; o la compañía de repertorio—
'La canción del desierto'.
Nancy estaba en el coro.

Pero exigir doce libras semanales—
eres casado, ¿no es cierto?—
tienes agallas.

¿Cómo podría mirar a la cara
a un chofer de ómnibus
si te pagara doce libras?

¿Sea como fuere, quién dice que es poesía?
Mi hijo de diez años
puede hacerla y rimar.

Me pagan tres mil y gastos,
un coche, bonos,
pero soy contador.

En mi compañía
hacen lo que les digo,
¿Qué haces tú?

Palabras cortas y sucias, palabras largas y sucias,
es insalubre.
Deseo lavarme cuando me encuentro con un poeta.

Son Rojos, adictos,
todos delincuentes.
Lo que escribes está podrido.

El señor Hines lo asegura, y es un maestro de escuela,
él debe saber.
Ve y busca trabajo.

Basil Bunting, Northumberland, 1900- Cumbria, 1985
Versión © Silvia Camerotto
De Basil Bunting Poetry Centre
Imagen: Gregory Corso reading at Morden Tower. Basil Bunting, Lawrence Ferlinghetti, and Tom PicKard in the audience.

What The Chairman Told Tom
Poetry? It's a hobby.
I run model trains.
Mr Shaw there breeds pigeons.

It's not work. You dont sweat.
Nobody pays for it.
You could advertise soap.

Art, that's opera; or repertory -
The Desert Song.
Nancy was in the chorus.

But to ask for twelve pounds a week -
married, aren't you? -
you've got a nerve.

How could I look a bus conductor
in the face
if I paid you twelve pounds?

Who says it's poetry, anyhow?
My ten year old
can do it and rhyme.

I get three thousand and expenses,
a car, vouchers,
but I'm an accountant.

They do what I tell them,
my company.
What do you do?

Nasty little words, nasty long words,
it's unhealthy.
I want to wash when I meet a poet.

They're Reds, addicts,
all delinquents.
What you write is rot.

Mr Hines says so, and he's a schoolteacher,
he ought to know.
Go and find work.

jueves, diciembre 17, 2009

quiero mi cara


De Mujer que llora
(Dora Maar)
Pablo Picasso (1937)

2

Hasta mi sombrero se burla de mí
riéndose
en el interior de mi dolor—

Mi boca retorcida
y mis dientes rechinantes
mis dedos gordos y toscos
como si aún llevaran
esos guantes—
los que guardas, manchados de sangre.

¿Qué le ha ocurrido
a las pupilas
de mis ojos, Picasso?

¿Por qué merezco
semejante deformidad?

¿Qué soy ahora
si no una cruza entre
un payaso y un pedazo
de vajilla rota?

3
Pero soy famosa.
La gente me reconoce
a pesar de mis grietas/ facturas.

No soy la Mona Lisa
(cómo me gustaría borrar
la soberbia de su cara
que aún seduce.)

¿Acaso no sabe ella que el arte, el gran arte,
no necesita ser un óleo?

Yo soy un imán
que no carece de belleza.

Soy un ícono
del dolor del siglo veinte.

Un símbolo
de las posibilidades compositivas

Mis lágrimas son lágrimas de felicidad—
enormes diamantes ruedan.


14
Picasso, quiero mi cara de vuelta
su fotografía intacta

Una vez viví para ser acariciada
por los dedos de tus pinceles

Ahora veo que fui más una cómplice
de mi propio desarraigo

Viendo a los expertos contemplar
boquiabiertos tus obras maestras

Mientras yo reprimía, como una musa maltratada,
mi dolor íntimo hecho público.

15
Dora, Teodora, sé razonable, si no fuera por Picasso
nadie te recordaría.
Él te ha dado una vigencia increíble.
Sí, ¿pero quién recordará los frutos de mi propia vida?

No soy una polilla revoloteando alrededor de su pelo.
Él puede ser un genio pero también es un bastardo—
Medusa, Cleopatra, ayúndenme a encontrar mi puta interior,
¿no fui bautizada Henrieta Teodora Marcovich?

Picasso, quiero mi cara de vuelta
su geografía intacta.

Grace Nichols, Georgetown, Guyana, 1950. Actualmente vive en Inglaterra
Versión © Silvia Camerotto
de guardian.co.uk., poem of the week
Imagen: Weeping woman, Pablo Picasso

From Weeping Woman
(Dora Maar)
Pablo Picasso (1937)


2

Even my hat mocks me
laughing
on the inside of my grief –

My twisted mouth
and gnashing teeth,
my fingers fat and clumsy
as if they were still wearing
those gloves –
the bloodstained ones you keep.

What has happened
to the pupils
of my eyes, Picasso?

Why do I deserve
such deformity?

What am I now
if not a cross between
a clown and a broken
piece of crockery?


3

But I am famous.
People recognise me
despite my fractures.

I'm no Mona Lisa
(how I'd like to wipe
the smugness from her face
that still captivates.)

Doesn't she know that art, great art,
needn't be an oil-painting?

I am a magnet
not devoid of beauty.

I am an icon
of twentieth-century grief.

A symbol
of compositional possibilities

My tears are tears of happiness –
big rolling diamonds.


14

Picasso, I want my face back
the unbroken photography of it

Once I lived to be stroked
by the fingers of your brushes

Now I see I was more an accomplice
to my own unrooting

Watching the pundits gaze
open-mouthed at your masterpieces

While I hovered like a battered muse
my private grief made public.


15

Dora, Theodora, be reasonable, if it weren't for Picasso
you'd hardly be remembered at all.
He's given you an unbelievable shelf-life.
Yes, but who will remember the fruits of my own life?

I am no moth flitting around his wick.
He might be a genius but he's also a prick –
Medusa, Cleopatra, help me find my inner bitch,
wasn't I christened Henriette Theodora Markovitch?

Picasso, I want my face back
the unbroken geography of it.

sábado, diciembre 12, 2009

amy lowell. in excelsis




In Excelsis

Tú, tú
tu sombra es luz en una bandeja de plata;
tus pasos, el semillero de los lirios;
tus manos moviéndose, un tañido de campanas cruzando el aire calmo.

El movimiento de tus manos es el largo, dorado recorrido de la luz del sol naciente;
el aleteo de los pájaros en el sendero de un jardín.

Como perfume de narcisos, tú apareciste en la mañana.
Los potrillos no son más rápidos que tus pensamientos,
tus palabras son abejas alrededor de un peral,
tus fantasías son avispas doradas y negras zumbando entre manzanas rojas.
Bebo tus labios,
devoro la blancura de tus manos y pies.
Mi boca está abierta,
como una jarra nueva estoy vacía y abierta.
Como el agua blanca eres tú que llenas la copa de mi boca,
como un arroyo de agua lleno de lilas.

Estás inmóvil como las nubes,
lejano y dulce como las altas nubes.
Me atrevo a alcanzarte,
me atrevo a tocar el borde de tu brillo.
Me abalanzo más allá de los vientos,
yo exclamo y grito,
pues mi garganta corta como una espada
afilada con una piedra de marfil.
Mi garganta canta el regocijo de mis ojos,
la alegría impetuosa de mi amor.

¿Cómo cayó el arcoiris en mi corazón?
¿Cómo atrapé los mares para tenerlos entre mis dedos
y me atrapó el cielo para que sea un manto sobre mi cabeza? ¿Cómo es que llegaste a morar conmigo,
guiándome con los cuatro círculos de tu mística claridad,
para que yo diga ‘¡Gloria! ¡Gloria!’ y me incline ante ti
como frente a un altar?

¿Me engaño a mí misma con que la mañana es la mañana y un día después?
¿Creo que el aire es una condescendencia,
la tierra una gentileza,
el cielo una bendición a la que dar gracias?
Pues bien, tú —aire— tierra— cielo—
no te agradezco,
te tomo,
y vivo.
Y aquellas cosas que digo en consecuencia
son rubíes encastrados en una puerta de piedra.

Amy Lowell, Boston 1874-1925
De Poem Hunter (http://www.poemhunter.com/poem/in-excelsis/)
Versión © Silvia Camerotto
Imagen: John Jude Palencar

In Excelsis

You – you –
Your shadow is sunlight on a plate of silver;
Your footsteps, the seeding-place of lilies;
Your hands moving, a chime of bells across a windless air.

The movement of your hands is the long, golden running of light from a rising sun;
It is the hopping of birds upon a garden-path.

As the perfume of jonquils, you come forth in the morning.
Young horses are not more sudden than your thoughts,
Your words are bees about a pear-tree,
Your fancies are the gold-and-black striped wasps buzzing among red apples.
I drink your lips,
I eat the whiteness of your hands and feet.
My mouth is open,
As a new jar I am empty and open.
Like white water are you who fill the cup of my mouth,
Like a brook of water thronged with lilies.

You are frozen as the clouds,
You are far and sweet as the high clouds.
I dare to reach to you,
I dare to touch the rim of your brightness.
I leap beyond the winds,
I cry and shout,
For my throat is keen as is a sword
Sharpened on a hone of ivory.
My throat sings the joy of my eyes,
The rushing gladness of my love.

How has the rainbow fallen upon my heart?
How have I snared the seas to lie in my fingers
And caught the sky to be a cover for my head? How have you come to dwell with me,
Compassing me with the four circles of your mystic lightness,
So that I say "Glory! Glory!" and bow before you
As to a shrine?

Do I tease myself that morning is morning and a day after?
Do I think the air is a condescension,
The earth a politeness,
Heaven a boon deserving thanks?
So you – air – earth – heaven –
I do not thank you,
I take you,
I live.
And those things which I say in consequence
Are rubies mortised in a gate of stone.

lunes, diciembre 07, 2009

gustavo adolfo bécquer. rima VII y otras



7.
Voy contra mi interés al confesarlo;
no obstante, amada mía,
piensa, cual tú, que una oda sólo es buena
de un billete del banco al dorso escrita.
No faltará algún necio que al oírlo
se haga cruces y diga:
"Mujer, al fin, del siglo diecinueve,
material y prosaica". ¡Boberías!
¡Voces que hacen correr cuatro poetas
que en invierno se embozan con la lira!
¡Ladridos de los perros a la luna!
Tú sabes y yo sé que en esta vida,
con genio, es muy contado el quien la escribe:
y con oro, cualquiera hace poesía.

13.
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!

-¡Ay! -pensé- ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: "Levántate y anda!"

23.
¿Será verdad que, cuando toca el sueño
con sus dedos de rosa nuestros ojos,
de la cárcel que habita huye el espíritu
en vuelo presuroso?

¿Será verdad que, huésped de las nieblas,
de la brisa nocturna al tenue soplo
alado sube a la región vacía
a encontrarse con otros?

¿Allí, desnudo de la humana forma,
allí, los lazos terrenales rotos,
breves horas habita de la idea
el mundo silencioso?

¿Y ríe y llora, y aborrece y ama,
y guarda un rastro de dolor y el gozo,
semejante al que deja cuando cruza
el cielo un meteoro?

¡Yo no sé si ese mundo de visiones
vive fuera o va dentro de nosotros,
lo que sé es que conozco a muchas gentes
a quienes no conozco!

32.
Este armazón de huesos y pellejo,
de pasear una cabeza loca
cansado se halla al fin, y no lo extraño;
pues, aunque es la verdad que no soy viejo,
de la parte de vida que me toca
en la vida del mundo por mi daño
he hecho un uso tal, que juraría
que he condensado un siglo en cada día.

Así, aunque ahora muriera,
no podría decir que no he vivido;
que el sayo, al parecer nuevo por fuera,
conozco que por dentro ha envejecido.

Ha envejecido, sí: ¡pese a mi estrella!,
harto lo dice ya mi afán doliente:
que hay dolor que, al pasar, su horrible huella
graba en el corazón, si no en la frente.

Gustavo Adolfo Bécquer, Sevilla, 1836- Madrid, 1870.
de Rimas, Editorial Kapeluz, Buenos Aires, 1971
imagen: Leonardo Alenza, Sátira del suicidio de un pintor romántico, en Wikipedia

sábado, diciembre 05, 2009

words are images of thoughts refined


¡Oh soledad! Si contigo debo morar

¡Oh soledad! Si contigo debo morar,
que no sea entre el montón confuso
de edificios sucios: sube conmigo la cuesta,—
el observatorio de la naturaleza — desde donde el valle,
de laderas floridas, y la corriente cristalina de su río,
parecen unidos; permíteme cuidar tu vigilia
entre las ramas abovedadas, donde el salto ágil del venado
ahuyenta a la abeja en la campana de la dedalera.
pero aunque contemple gustoso estas escenas contigo,
aún así la dulce charla de una mente inocente,
cuyas palabras son imágenes de pensamientos delicados,
es el placer de mi alma; y seguramente,
cuando dos espíritus gemelos huyen a tu refugio,
debe ser la mayor dicha de la humanidad.


John Keats, Londres, 1795- Roma, 1821
Versión © Silvia Camerotto- Gerardo Gambolini
De John Keats, Poems, 1917, Dodo Press, Gloucestershire, 2007
imagen Patty Levey,  en Uno de los nuestros

O Solitude! If I Must With Thee Dwell

O Solitude! if I must with thee dwell,
Let it not be among the jumbled heap
Of murky buildings: climb with me the steep,—
Nature's observatory—whence the dell,
In flowery slopes, its river's crystal swell,
May seem a span; let me thy vigils keep
'Mongst boughs pavilioned, where the deer's swift leap
Startles the wild bee from the foxglove bell.
But though I'll gladly trace these scenes with thee,
Yet the sweet converse of an innocent mind,
Whose words are images of thoughts refined,
Is my soul's pleasure; and it sure must be
Almost the highest bliss of human-kind,
When to thy haunts two kindred spirits flee